Y, ¿cuál es esa propuesta? Te estarás preguntando.
Pues tiene mucho que ver con lo que te diferencia de tu competencia, lo que atraerá a tu público objetivo, lo que es tu marca y lo que determinará que alguien con unos gustos y preferencias concretas te elija sobre el resto de la oferta disponible.
Esta idea daría para extendernos mucho, pues tiene que ver con la marca y tiene que ver con la experiencia del cliente. También tiene que ver con otra idea que se conoce en el mundo hotelero como "la conceptualizción de tu alojamiento".
En definitiva, hablamos de algo que parte de un entorno offline, es decir, de trabajar el diseño y el interiorismo y todos los detalles que encontrará el huesped durante su estancia, y de trasladar todo eso al mundo on line, a través de formatos y contenidos que transpiren emociones y mensajes coherentes con tus valores y tu identidad. Porque la primera regla en esto es que no puedes separar ambos mundos. Deben ser consistentes para que la fórmula global derive en satisfacción.
Para que la web represente a tu alojamiento, tiene que ser capaz de captar tu esencia y de proyectarla. Asegúrate de que estos puntos queden claros en la toma de requerimientos del proyecto.
Haciendo un ejercicio de síntesis, podemos resumir las claves de un buen diseño en general como:
Es fundamental para que el usuario no se vaya.
Piensa en todo lo que te ha costado atraerle. Te has pasado horas elaborando contenidos, promociones, posts y creatividades...
No puedes permitir que se vaya así por las buenas, porque la página tarde demasiados segundos en cargar. Un buen hosting y optimizar imágenes y contenidos no son una opción sino un requisito fundamental.
Ya sabemos que a los usuarios les gusta ver antes aquello que van a comprar. Y, en principio es una buena idea mostrarlo. Sin embargo, hay veces que es mejor no ver nada, que ver algunas cosas. Es como cuando te metes en idealista y ves fotos de pisos que parecen embrujados...
Nada es más disuasorio para decidir no comprar algo que unas imágenes de mala calidad. Si tus fotos son oscuras, están pixeladas o muestran una habitación poco atractiva, eso te penalizará claramente en tus conversiones.
Es importante a la hora de posicionar usar bien las etiquetas, poner los enlaces donde corresponda, escribir textos alternativos en las fotos, elegir las palabras clave que darán relevancia a tus contenidos... Todo ello tiene su trascendencia de cara al algoritmo.
No puedes invertir en tu página y que, después de todo el esfuerzo, cuando el usuario haga clic lo primero que vea es que "no es un entorno seguro" en la barra del navegador. Sintiéndolo mucho, eso generará desconfianza y puede llevar a que abandone la navegación y nuestra tasa de rebote se dispare. Por unos pocos euros anuales, dispondrás de tu certificado de protocolo seguro y te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza.
Los contenidos ayudan a posicionar y a llevar tráfico a tu web y son claves para que al final generes oportunidades de venta. Cuida los textos, publica con frecuencia y aporta valor... Los usuarios caerán en tu página como abejas atraídas por la miel.
Si ya has conseguido llevar al usuario hasta tu site es clave que una vez allí pueda interactuar y facilitarle al máximo la conversión. Algunos ejemplos que puedes considerar para tus CTA o botones de llamada a la acción son:
Parece una obviedad en los tiempos que corren, pero no puedes no tener una página que se adapte a navegación por móvil o multidispositivo.
Si tus usuarios han disfrutado de su estancia, no tengas reparo en hacérselo saber al mundo. Los testimonios y recomendaciones son la mejor credencial para que alguien confíe en que tu alojamiento merece la pena.